El primer paso para que tu dieta no se te haga muy cuesta arriba es que optes por una que sepas que puedes hacer. Ponerte metas imposibles a corto y medio plazo no es buena manera de empezar a conseguir lo que deseas. Elige una opción factible y que no te haga caer en el desánimo a la primera de cambio.
NO COMPRES CON HAMBRE.
Los supermercados saben perfectamente cómo hacerte caer en la tentación. Si vas a la compra después de comer conseguirás no sentirte atraída por esa multitud de snacks, chocolates y demás que están colocados en las estanterías llamándote a gritos.
DUERME BIEN
Aunque pueda parecer un absurdo, un sueño reparador ayuda a conservar tu dieta. La falta de sueño puede alterar las hormonas encargadas de enviar los mensajes al cerebro de que tenemos hambre, por lo que la sensación de hambre se puede tener más a menudo y de esa forma es difícil controlarse.
REALIZA 5 COMIDAS AL DIA
Un básico en toda dieta es comer cinco o seis veces diarias, y eso además ayuda a mantenerte alejada de los pecados. El hecho de ingerir alimentos repartidos a lo largo del día consigue que no tengas sensación de hambre, y por lo tanto no necesites picar algún dulce que puede ser fatal para tu régimen.
CONTROLA LOS EVENTOS SOCIALES
Intenta planificar tu dieta de tal forma que no coincida con actos sociales celebrados alrededor de una buena mesa. Si a pesar de tu organización es inevitable encontrarse con un cumpleaños, una boda o un bautizo, come algo adecuado antes de acudir y así no te encontrarás tentada con tantos manjares que van a pasar ante tus ojos.
MANTENTE OCUPADA
Mantener tu mente y cuerpo en otras cosas ayuda a no acordarse del hambre, sal a dar un paseo y de paso matas dos pájaros de un tiro. Haz deporte o aunque sea recoge la casa: cualquier actividad que te distraiga y no sea estar sentada, cuando también es difícil reprimirse.
DESAYUNA BIEN.
El desayuno es la comida más importante del día, lo hemos oído desde pequeños, pero lo cierto es que todos los dietistas y nutricionistas lo recomiendan. Aportar la cantidad necesaria de energía para pasar el día consigue que no tengas hambre demasiado pronto y que además el cuerpo aligere el metabolismo.
CUIDADO CON LAS VACACIONES
Que te vayas de vacaciones no significa que te las tengas que tomar de tu dieta. El hecho de saltarte la dieta, picotear entre horas o darte determinados caprichos por el hecho de estar de vacaciones te va a hacer mucho más duro volver a la rutina, y además puede desembocar en volver con más kilos de los que tenías.
RECURRE A LA FIBRA
La fibra es un buen aliado en estas circunstancias, consigue dar sensación de saciedad con poca cantidad. Además si la acompañas de la cantidad de agua recomendada (no es bueno pasarse, que puedes llegar a retener líquidos) ayuda a ir al servicio y disminuir la hinchazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario