Somos lo que comemos, y ciertamente la alimentación influye en lo que sentimos, agresividad, depresión, estrés, ansiedad o fatiga, pueden deberse a una alimentación incorrecta con un exceso de azúcares y grasas.
El nerviosismo o el insomnio también pueden estar condicionados por la alimentación, pues un exceso de grasas favorece la fatiga y la depresión por ejemplo. La agresividad se relaciona con la ausencia de serotonina. La producción de serotonina, que proporciona sensación de calma y ayuda a conciliar el sueño, aumenta con la ingestión de hidratos de carbono como pasta o arroz, que además proporciona sensación de saciedad.
La Botica te recomienda evitar los alimentos refinados pues su azúcar de asimilación rápida te levanta el ánimo de forma rápida seguido de un decaimiento. Tanto el azúcar como la cafeína pueden causar fatiga en personas susceptibles. Una alternativa saludable es tomar azúcares no refinados como los que se encuentran en las frutas frescas, que te aportan energía gradual durante toda la mañana.
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